Soy una chica de 22 años, que estudia su último año en la universidad. Aparentemente soy el perfil de una niña buena, o como muchos piensan una niña de papá. Las personas que me conocen no saben lo que hay detrás de mí, me gusta la discreción. Me apasiona el sexo y tengo ansias de descubrir todo lo que esté en mis manos.
Soy adicta a la lencería y a los zapatos de tacón. No hay nada que me provoque más que la sensualidad femenina. La mejor manera de liberarse de la tentación es caer en ella.